Darwinismo: ¡Descartado!
La hipótesis de Evolución formulada por Charles Darwin, presentada en su libro “El Origen de las Especies” en el año 1859, estaba fundamentada en dos conceptos principales: 1) La transmisión de características adquiridas de los padres a sus hijos, y 2) Selección natural filtrando las variedades de vida inferiores. Ambos conceptos habían sido individualmente propuestos antes que Darwin: El primero por Jean Baptist Lamark. El segundo por Edward Blyth.
Jean Baptist de Lamark (1744-1829), un naturalista francés, propuso que los organismos vivos podían heredar las características adquiridas de sus padres, y de esa manera ir cambiando. Charles Darwin tomó dicha idea, que las características adquiridas, por uso o falta de uso, podían ser transmitidas a los descendientes; y la combinó con el concepto de Selección Natural.
De acuerdo a Selección Natural, organismos cuyas características no son favorables para subsistir en un medio ambiente determinado, desaparecen. Aquellos cuyas características son favorecidas por dicho medio ambiente, prosperan. Es el concepto de “supervivencia del más fuerte”.
El concepto de Selección Natural no fue una idea original de Darwin, o un concepto exclusivo de la hipótesis de Evolución. Edward Blyth propuso dicho concepto desde el punto de vista creacionista en el año 1834, antes que Darwin publicara su obra “El Origen de las Especies” en 1859.
Pero, ¿qué mecanismo usan los organismos para trasmitir características adquiridas a sus descendientes? Darwin usó la idea de “Pangenes”. Nada comprobado científicamente, simplemente una idea para respaldar su hipótesis de Evolución.
La palabra pangenes viene del griego: “pan” significa “todo”, y “genes” significa “origen”. Es decir, “origen de todo”. Hipócrates usó este término allá por el año 450 AC; lo mismo que Aristóteles, por el año 350 AC. Según ellos una criatura se formaba de sus distintas partes al integrar éstas el nuevo organismo.
De acuerdo al Darwinismo, un animal, digamos en este ejemplo el predecesor de la jirafa, estuvo estirando su cuello para poder alcanzar las hojas de los árboles, debido a la ausencia de hierbas en el suelo. Tal vez por alguna sequía en esos días, la hierba se murió y sólo quedaban hojas en los árboles.
Con los días el cuello del animal quedó alargado un poco. Y esta característica adquirida, se transmitió supuestamente, a través del sistema circulatorio, a los órganos reproductivos. Cuando los animales se aparearon, esta característica se transmitió a sus bebés.
Bueno, todos sabemos que si un padre hace pesas y tiene fuerte musculatura, no por eso su hijo nacerá automáticamente con gran musculatura. Un investigador, esperanzado en poder comprobar que las características adquiridas después de nacer se pueden trasmitir a los descendientes, le cortó la cola a varias generaciones de ratones. Sorpresa: ¡Todos nacieron con su colita!
La idea de pangenes desapareció por ser claramente falsa. Sin embargo, la hipótesis del Darwinismo no desapareció: Tenía demasiado valor para las personas que querían eliminar toda influencia religiosa de la vida diaria. El poderío, la riqueza material, la corrupción y la influencia política del sistema religioso tradicional sobre los gobiernos y pueblos de Europa en los siglos XV y siguientes, no era nada de lo que Jesús vino a enseñar, ni lo que modeló la iglesia naciente en Pentecostés.
La corrupción y politiquería religiosa de la época fue combustible para que muchos se rebelaran contra el establecimiento religioso. Lamentablemente algunos, reaccionando equivocadamente, decidieron descartar la Biblia y a Dios.
Ante el problema de los pangenes, el Darwinismo fue remplazado por el Neo-Darwinismo. ¿De dónde provienen las nuevas características? El Neo-Darwinismo proveyó la respuesta: Mutaciones Genéticas. La evidencia muestra sin embargo, que esta variante del Darwinismo es también algo imposible, tal como lo trataremos en un artículo posterior.
Lamentablemente Evolución sigue siendo una hipótesis abrazada como si fuera una teoría comprobada, todo porque el mundo prefiere descartar al Creador que una hipótesis irrealista y discrepante con la evidencia, todo por ser una hipótesis que le permite al hombre ser su propio dios, y vivir a su antojo.
Yo prefiero la realidad y la verdad. Para mí es de gran gozo y estímulo saber que no soy producto de accidente, y que un Dios todo poderoso me creó con un propósito noble. El conocerle y descubrir el propósito de mi existencia ha sido una aventura hermosa que continuará en la eternidad, en un mundo nuevo por ser creado para aquellos que aman la verdad.
En el último libro de la Biblia leemos las palabras de Juan, el discípulo amado de Jesús, revelándonos la creación futura de un nuevo cielo y una nueva tierra. Lo describe como si fueran ya una realidad presente, ¡así de confiable y cierta es la profecía! Leamos:
“Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo.
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos
El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.
Y el que está sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y añadió: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.
También me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia6 en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”
Apocalipsis 21:1-8
Nota: Esta artículo ha sido extraído y adaptado para esta publicación de la sección “Darwinismo y Otras Hipótesis” del libro “Génesis: El Origen del Cosmos y la Vida” por Jaime Simán © 2015 Jaime Simán. Las Escrituras Bíblicas fueron citadas de La Biblia de Las Américas. ©1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation. Usadas con permiso.